Me biene a la memoria aquellas sillas de madera, después de mimbre, seguidas de acolchadas y últimamente de plastico duro, de los hosteleros de nuestra ciudad y casi de toda España. No hay nada como el confort y al cliente ahora siempre hay que darle lo mejor y más en una ciudad que se precia turisticamente. De eso a ofrecer esta imagen en la hosteleria dista a un solo paso de una cama para dos. ¿Nos estamos pasando un pelín?
No hay comentarios:
Publicar un comentario