No se trata de comer solo frutas y verduras por muy saludables que estas sean. Estamos en retroceso y volvemos a las sopitas de la abuela que esta a su vez pasó a sus descendientes. El bolsillo, nuestro dinero, no llega tampoco para un poquitín de jamón de pata negra ó bellota pero, por lo menos que nos dejen comprar de Teruel, que tampoco podemos. Las salazones que antes accediamos a ellas ahora son para los más pudientes. Y así poco a poco, volveremos a las pastillas de caldo Texton ó Avecrem. Podria explicitar infinidad de ejemplos ó definiciones culinarias pero, bamos al grano. Lo más asequible, los más rentable para el consumidor son las carnes, también el cerdo y no digamos el pollo, que por cierto, aún no sé de donde salen tantos pollos ni de donde bienen. Y llegamos al pescado y los mariscos. Estos son los más fotografiados y quién sabe si como recuerdo de unos años no muy lejanos donde podiamos acceder a ellos. No solo serán los jubilados y pensionistas con pagas poco menos que de risa y trabajadores más jovenes y menos jovenes que tendremos que ventilarnos la comida volviendo a las legumbres, garbanzos, judias, lentejas, guisos de patatas con algún trocito de carne y de postre como regalo del dia, una simple tacita de malta. Si alguien se acuerda de lo que és la malta. A este paso ¿que nos queda?.-
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