Muy preocupados y desalentados se encontraban los diferentes restaurantes de la ciudad en este puente de Semana Santa debido al mal tiempo y la escasa ocupación hotelera producida en la ciudad, Las cifras siempre contradictorias, ofrecian una ocupación que nada tenian que ver con la realidad, así que cada medio de comunicación daba las más oportunas según sus criterios. También no és menos cierto que, fué el domingo de Resurrección, cuando esta ocupación rozó el lleno absoluto y pudo salvar en parte a los hosteleros con sus suculentos platos no solo del mediterraneo, también platos de tierra adentro hicieron un buén llantar a sus comensales.-
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