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martes, 19 de abril de 2011

SEMANA SANTA ¿ QUE CULPA TIENEN LOS OLIVOS ?

Los que seguís este blog, sabeis que núnca critico a nadie y siempre lo hago con el máximo respeto hacia todos. Estamos en la Semana Santa y este año he creido oportuno insertar unas fotos las cúales a mi modesto entender merecen ser comentadas. Por ejemplo: que culpa tienen los olivos que sean maltratados, rotas sus brancas y que no exista una lesgilación para ello. Todos son ahora rumanos dedicados a la venta de un ramito y contabilicé a seis de ellos en San Nicolás. Pero por contra, donde están los de etnia gitana, han desaparecido ó les "cascan" para que no aparezcan. No creo equivocarme si digo que los gitanos estan dando un ejemplo de convivencia y que también son españoles.-

3 comentarios:

epoca dijo...

Ya sabes, amigo, las palmas se hacen en base a unas normativas que protegen las palmeras, pero los olivos, cada vez más escasos, no. La picaresca, el hambre, lo injusto de todo "esto", me refiero a esta sociedad produce victimas innecesarias, rumanos, gitanos, payos, olivos, empresas de servicios, como los restaurantes de la otra foto. No sé, pero creo que nos falta algo más de amor al progimo, cultura, respeto. Un abrazo.
Eusebio Pérz Oca

Francisco Gonzalez dijo...

Si alguien tuviera la voluntad de acudir á algunos viveros de la ciudad, se daria perfecta cuenta que, olivos centenarios de nuestra tierra, son vendidos y trasnportados hasta paises extranjeros. Otros con poder adquisitivo los adquieren para sus jardines de sus casitas, algunas de embargo. Nos estamos dejar vender y lo peor, ya estamos vendidos desde hace tiempo.

epoca dijo...

Lo sé, amigo mio. Hay caprichosos multimillonarios que se han llevado olivos verdaderamente monumentales incluso a EE.UU. Esto me recuerda la época en que monumentos enteros fueron desmontados y hoy pueden verse en museos o propiedades privadas en Californio o Nueva York, como por ejemplo una hermosa puerta del Castillo del pueblo de la Calahorra en el Marquesado del Zenete, Granada. Pero aquí solo priva el negocio. Un abrzo y adelante, amigo.

Eusebio Pérez Oca