Con el transcurso de los años, las fiestas del Rabalroig se apagan lentamente. Nadie quiere implicarse en conservarlas y mucho menos la juventud que, solo pretenden que esta se convierta en jolgorio y algarabia y no digamos los comisionados. Si antes quedaban tres calles que ribalizaban en sus decoraciones, hoy tan solo queda una de ellas si bién, continuan Virgen del Socorro y Virgen del Lluch. Son los mayores quienes conservan tradiciones de este barrio marinero y en sus almuerzos, basta una ensalada de tonate, cebolla, olivas y a cambio de los salazones por sus precios, buenas son unas anchoas de bota con ajo. Solo quedará la procesión.-
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