Las necesidades aprietan, son acuciantes y no saben de esperas. De algo hay que vivir y un ejemplo si bién no és el momento más adecuado, lo comprobamos al ver como hasta las olivas son recolectadas a mano en pleno centro de Alicante. Más vale eso que ir a robar pero, no solo de olivas y pan vive el hombre y todos se merecen un respeto y una oportunidad más en la vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario