Mientras ecxista una Ley de Costas que solo sirve para incordiar aquellas personas que, piedra á piedra se han hecho su refugio de verano y ahora después de más de 50 años ven sus ilusiones por los suelos, en esta loclidad de El Campello, se ha hecho lo que se ha dado la gana. No solo en viviendas que ocupan terrenos maritimos, chalets que, te permiten pescar desde tu propia terraza y ahí están, no se tocan. Si lamentable és este hecho, más si cabe es, la Historia de este pueblo marinero por devoción y necesidad al permitir la destrucción de la Illeta del Banyets y su Patrimonio. Que se lo digan a su actual alcalde, Juan Ramón Varó, cuando queria comprar por 25 millones de pesetas los antiguos testares y se le adelantó Julio de España,presidente de la Diputación. Que disgusto y que ha quedado de esos terrenos.-
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