Tuve que acudir a un desalojo de una vivienda ocupada por unos hermanos debido a ún servicio de limpieza. Toda a quella persoba que sufre ó padece el llamado sindrome de Diogenes, no és consciente del mal que hace a sus más próximos. La suciedad desbordaba todas las previsiones, ni tan siquiera las mascarillas servian para soportar el tremendo olor que de esa vivienda se desprendia. Y os aseguro que, hay que tener un par de cojones pra limpiar como se hizo tal semejante inmundicia. El barrio, El Carmen.-
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