En ciertas intervenciones policiales, los reflejos tienen que ser más rapidos que una peonza. Esta misma mañana en una de ellas, de repente descubro a una mujer en lo alto de un tejado de planta baja. Después de este sorprendente hecho con peligro para su integridad, llega un hombre é impasibles contemplan ambos la intervención policial. Que hubiera pasado si ambos caen al vacio y se escogorcian. La curiosidad también puede matar a uno.-
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