Siempre que nos reuniamos mi gran amigo y compañero Enrique Cutillas Bernal, que fuera cronista municipal de la ciudad y yo, lo haciamos en nuestras respectivas casas ó bién en la cafeteria Habana en la Rambla. El tema era la Santa Faz. Intentabamos sacer a la luz su historia perdida y no tan reiterativa siempre en los mismos temas. Con motivo de las lluvias, la piedra del monasterio en su paret principal estaba muy deteriorada y se obtó por hacer un foso para la recogidfa de aguas pluviales. Este hecho puso al descubierto que, la silleria tenia una profundidad perdida de 0,93 centimetros y sus tres escalones de subida para acceder a la iglesia. Se hizo una canalización para la salida de esta aguas, con dos trapas de rejillas y estas no sirvieron de nada debido a la incustración de barro que impedia el deslizaniento de las aguas pluviales. Se optó por llamar a los bomberos para que procedieran a su limpieza y, fué totalmente imposible. Se dejó por imposible hasta la remodelación con motivo de la Luz de las Imagenes.
