Aún recuerdo la inauguración a toda pompa y todo fausto. No faltó nadie a la cita a excepción del Papa. Un emblematico edificio en plena plaza de Gabriel Miró, sin sus jardines como manda la estetica y para qué. No estaban bién en la calle Gerona? Y ahora resulta que no pueden sostenerlo debido a los gastos pero, para mí eso és lo de menos. Hacer memoria y recordar los negocios de sus bajos y el de un Foguerer de mucha altura.-
1 comentario:
aquí la situación es contradictoria. Las oficinas de la Calle Gerona funcionaban, pero apenas había espacio y el colegio necesitaba más. No cabían todas las funciones y empleados que necesitaban entonces, y además querían apostar por crear un espacio representativo y con más funciones, que permitiera albergar exposiciones, realizar cursos y conferencias...
Fue una idea ambiciosa pero a la vez comprometida: pudieron elegir construir un edificio nuevo en algún solar, pero decidieron apostar por el centro tradicional, recuperar un edificio muy deteriorado y abandonado que iba a correr el mismo camino que otros tantos que ya conocemos, y rehabilitarlo para ser el primer paso de la recuperación de la plaza de Gabriel Miró, que por aquél entonces estaba muy degradada.
Su apuesta salió bien los primeros años, y en lo que respecta al edificio, funcionó perfectamente. Tiene una biblioteca excelente y luminosa, oficinas flexibles y amplias, una buena sala de conferencias y de exposiciones... y trae mucha vida a la plaza. El problema ha estado en que no han sabido vivir acorde a sus dimensiones, y en la época de la burbuja económica, hubo mucho derroche, malgasto y falta de previsión, quizá pensando en que la gallina de los huevos de oro nunca moriría.
Ahora hay que pagar las consecuencias, y sobre todo, las facturas.
Ojalá más corporaciones, instituciones, empresas... hubieran seguido su estela y hubieran optado por recuperar edificios históricos en el centro en lugar de crear otros nuevos un poco dudosos...
un saludo! :-)
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