Con anterioridad he hecho mención al Belén y ahora le toca el turno al rabol de Navidad que tradicionalmente se ubicaba en la plaza del Ayuntamiento. Esta plaza ha sufrido diferentes remodelaciones y este hecho es sabido por todos. No obstante me referié a su arbol, un abeto que esperabamos por la noche para ver su entrada en un gran trailer y que además, era natural. Hoy lo tenemos de un material de reciclaje que de prender fuego desapareceria hasta la Audiencia. Fijaros además, en aquellas palmeras, su barrera de prohibición de estacionamiento solo para altos cargos. Dicen, se comenta, aseguran que entraremos en reseción pero, Señor, no nos quites la alegria que és lo único que algunos aún les queda y devuelvenos por lo menos la sonrrisa. ¡¡Que menos!!.-
1 comentario:
¡¡Maravillosa foto, Paco!!
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