Núnca me podia imaginar cúal seria la respuesta del animal al verse reflejado en un espejo. Los parecidos no son estigmas de otros tiempos y este era actual, verdadero, asombroso y los lametones, besos y alegrias fueron compartidos de mutuo agrado. Recuerdo que, fué una persona de los presentes quién tuvo que aguantar a Juan Zaragoza, este no podia soportar tremenda emoción. Ignoro como quedaron porque tuve que marcharme y me dijeron que de nuevo se encontrarian para las próximas fiestas Navidad.-
1 comentario:
¡Que susto debio pasar el camello!!
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