El visitar los mercadillos habituales de los diferentes distritos de la ciudad és una caja de Pandora. Uno disfruta lo indecible al comprobar principalmente todo aquello que aún nos proporciona nuestra tierra. En referencia hoy al huevo de avestruz, añadir que, este és de un peso de 1.850 kilogramos y del mismo se confecciona una torilla de patatas con un peso superior a los seis kilos. Hay queda eso.-
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