Viajar en el tiempo con unos 100 puestos donde se vende de todo. Quiere ser la cultura de la Edad Media en el Casco Antiguo de la ciudad donde, la masificación rompe la esencia de lo verdaderamente medieval. Donde las caidas, los robos, los pedigueños y los destrozos de un cableado, nada tienen que ver con el Medievo. Eso sí, tenemos los vuelos de cetreria, la danza del vientre, Crispin y el Ogro para las actuaciones infantiles, brujas y curanderos, historias de la ciudad, justas entre caballeros y el espectáculo de Copernicus, nos hacen olvidar de lo demás.-
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