Queda tanto por contar y tan poco tiempo para escribir. Ni durante la contienda nadie se atrevió con ella porque, alli estaban los rabalrrocheros, esos marineros de antaño que años después cedieron a la presión urbanistica de un barrio por intereses propios. Fué la empresa Yoraco quién cambió esta imagen y no solo eso, cambió un barrio entrañable de la ciudad, cambió a sus gentes, a familias que se han llegado a enfrentar por las herencias. Lo importante és la Ermita y a esta me referié, cuando esta fué saqueada hasta la saciedad. Cada uno se llevo lo que pudo y su historia hay que buscarla en Santa Maria. Aún recuerdo cuando se recuperó su pequeña campana que hoy cuelga de su entrada de un chatarrero por ún importe de unas 1.500 pesetas.
Lo más increible, cambiar el rumbo de su Historia y mucho que decir tiene su Cristo llamado El Morenet. Respetando todas las opiniones, ese no és el autentico Cristo puesto que, este era de tamaño más pequeño y de madera. Mucho que contar y poco tiempo para escribir, así que, por lo menos quede esta imagen de un barrio que lo fué.-
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